Lamento no haber escrito ayer pero estuve trabajando 2 días seguidos hasta las 3 a.m. y terminé muy, pero muy cansado.
Hoy ha sido un día difícil con Gabriel, aumentó su ansiedad y a cada rato quiere ir a la cocina, o se pone a llorar si no le damos algo de nuestros platos, aún habiendo almorzado muy bien.
No estamos dándole de nuestro plato y para que se ordenen las cosas, preferimos servirle un platito con un poco de lo que estábamos comiendo para que nos acompañe, pero una vez que terminaba se volvía a acercar a nuestros platos.
Esperamos llevarlo la próxima semana al psicólogo y al neurólogo pediatra para que lo evalúe. Ojalá mañana no esté tan difícil. El gran problema es que hace trabajar más a su mami, quien ya está sintiendo la pesadez del embarazo, acompañado del sueño que tiene a cada rato. Bye.
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