
Les cuento que logramos la transferencia del seguro de Angamos-Suárez al Rebagliatti (que me recomendaron mucho). El doctor que nos atendió en Suárez, es un neurólogo y para nada amable. Cuando llegamos con Gabriel, me acerqué en un momento que estaba entrando otro paciente y simplemente le dije que uno de sus pacientes es autista (porque los demás eran adultos) y me dijo que esperara mi turno. No se lo dije ocn la intención de colarme sino con la intención de que lo viera antes de que se impaciente (algo característico en los autistas). Afortunadamente Gabriel se comportó bien durante la "revisión". Y pongo "revisión" porque un poco más y yo escribo en la orden de transferencia porque el tipo no sabía nada a mi parecer, así que tuve que dictarle qué poner en la orden. Finalmente lo que quería era la bendita orden, que me la dieron una semana después.
Con mucho entusiasmo fuimos a la cita con la neuróloga pediatra (que por cierto no sabía que existía un especialista así en ESSALUD) y debido al trabajo llegué a la hora exacta y no antes como lo pedían. Me recibió una enfermera entrada en años, amargada, y me dijo que no había llegado a tiempo y que vería si la doctora permitía mi ingreso (que tal actitud!), finalmente nos hizo entrar, y nuevamente tuve que dictarle todo ya que lo que perseguía era la TOMOGRAFIA tan costosa en otros lados. Luego de que lo revisara, me dio 44 citas y eso fue otra jarana, porue me soplé 1 hora solo para sacar citas en el Rebagliatti donde nadie sabía darme razón de dónde sacarlas....en fin, un caos. De verdad, más saben el personal de limpieza que los terminalistas. Pero lo logré, este setiembre Gabriel será visto por un psicólogo, un psiquiatra infantil y un terapeuta, además de que le tomarán su resonancia.
Finalmnte no puedo decir más que tenemos un seguro de mediana calidad, donde para nada se destaca el buen trato, ni siquiera para un niño autista. Bye.