viernes, 14 de mayo de 2010

Fiebre

Ayer, mientras nos dirijíamos a nuestra Escuela para Padres en el CASP, Yngrid me llamó para decirme que Gabriel estaba temblando como si tuviera escalofríos. De inmediato llamé a Marina (estaría perdido sin ella) para preguntarle sobre qué medicina le debíamos dar y la dosis respectiva. Me dijo que le diera 2 cucharaditas de medida de Doloral y de inmediato se lo transmití a Yngrid. ¡Felizmente teníamos en casa la medicina!
Preocupados llegamos al CASP y cumplimos con nuestra presencia e intervención, pero durante las 3 horas que pasaron estuvimos pendientes de cualquier llamada por Gabriel. Felizmente a las 6 p.m. Gabriel se durmió y cuando llegamos a las 9 pm. pudimos medirle la temperatura (Yngrid ya se la había medido a las 6 pm.). Las lecturas eran las mismas (39.2°C) y le dimos Cataflán. Yo me ofrecí a velar su sueño, por lo menos hasta que estuviera más fresco. A la medianoche le medimos otra vez la temperatura y le dimos Doloral nuevamente. Yo me quedé junto a él hasta las 3:30 a.m. y esa fue la hora en que se durmió tranquilo, pues desde las 12 se mantuvo entre despierto y dormido, más lo primero, pero finalmente cuando ya se quedó quieto, me dispuse a irme a dormir.
Gracias a Dios amaneció bien con temperatura de 37.4°C. Durante todo el día Yngrid y Marina (yo por teléfono) estuvimos monitorando su temperatura y fue bueno pues descubrimos que la fiebre se espaciaba. Ya por la noche de hoy el espaciamiento se hizo mayor a 7 horas. Esperamos que mañana se encuentre mucho mejor. Ayer no fue Gabriel al CASP pues era obvio que lo hubiéramos expuesto y se hubiera puesto peor. Al parecer es un virus del aparato respiratorio, pues estaba con la nariz bien tupida. Ahorita voy a ver cómo está, siendo ya la 1 a.m., si se encuentra fresco me voy a dormir, sino lo acompañaré. Mañana trataré de contarles sobre cómo podemos motivar a nuestros hijos y hacerlos personas exitosas. Bye.

miércoles, 12 de mayo de 2010

!Más avances!

Hoy recibimos las felicitaciones (para Gabriel) de sus profesoras porque Gabriel ya controla mejor sus esfínteres. Esta era una actividad que ha sido bien difícil, pero gracias a sus profesoras, a Yngrid, y a la paciencia de Gabriel y de nosotros, se ha logrado que Gabriel pueda realizar sus necesidades en el lugar correcto.
Ayer también me dio una grata sorpresa, Gabriel se encontraba con mucho sueño y se acostó en el mueble y le pregunté si quería ir a su cuarto y le tendí mi mano, la tomó y me acompaño tranquilo a su dormitorio. Luego se echó, lo tapé y le dije que debía aprender a dormir solo, me retiré del cuarto dándole un beso en su frente y adivinen: no me siguió. Escuché que decía algunas cosas, pero se quedó dormido sin salir de su cuarto. Mi Gabriel se está independizando cada vez más.

Sólo falta hacer algunas cosas como impedir que Gabriel coma más de lo que se le manda (me dicen las profesoras que quiere quitarles sus alimentos a otros niños) y que no coma tan rápido. Bye.

domingo, 9 de mayo de 2010

¡Feliz Día Mamá!!!!!


Apenas nos levantamos (7:20 a.m.), Gabriel y yo desayunamos y dejamos todo listo para darle el desayuno a mamá y a Sofía.
Luego de desayunar llamé a mi mamá, le recité mi poema de siempre (el mismo que le declamo desde hace más de 20 años) y justo en ese momento aparecieron ya levantadas mi esposa (Marina) y Sofía.
Llamamos a mi suegra, y luego de eso, coloqué a Gabriel frente a mamá y recitamos el mismo poema. Marina me dijo que esta vez todo le parecía muy bonito ya que esperaba que le dijeran mamá, y a pesar de que Gabriel lo dijo un par de veces, se que siempre extrañó que lo volviera a decir. Sofía nació para cubrir esas lindas palabras y a cada rato.
Durante la mañana nos preparamos para ir primero a la casa de mi suegra (esta vez tocaba así) y aunque nos apuramos nos dieron las 12 m. y salimos los cuatro a nuestro destino.
En el camino todo estuvo bonito, salvo al bajar del carro, pues me descuidé un segundo y Gabriel se escapó, felizmente hacia la dirección contraria a la pista y no avanzó más, pero nos llevamos un gran susto (ya apuntamos la lección aprendida).
Luego de este impase, y de llegar a casa de los abuelitos Preciado, nos dispusimos a cuidarlos, y en este caso es necesario hacerlo de a dos, uno cuidaba a Sofía y otro a Gabriel.
Toda la tarde la pasamos pendientes de los dos enanos, nos divertimos jugando, o descansando, comiendo y fue recién a las 4 p.m. que nos dispusimos a visitar a mi mamá, para saludarla. Esta vez fuimos más ordenados y llegamos a casa de mis padres sin ninguna novedad. Ya adentro de la casa los chicos iban y venían, Gabriel haciendo sus piruetas de siempre y Sofía llevando y trayendo mis libros de la biblioteca. Luego llegó mi primo Coqui, con su esposa e hija y mi tía Aleja. Como no habíamos llevado las pastillas de Gabriel, nos dispusimos a salir rápidamente para llegar a casa y darle su medicina. Podemos decir que llegamos con las justas, pues Marina le preparó su leche con risperidona y unos segundos después se quedó dormido. Lo mismo pasó con Sofía, pero ella se adelantó durmiéndose antes en el carro de regreso.
Bueno, fue un bonito día, la pasamos con nuestras mamis como siempre, recordamos a las que se fueron antes, pero que de seguro aún se quedan para cuidarnos. No me queda más que decirles, de parte de Gabriel, Sofía, Marina y de parte mía, ¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES! a todos y a todas, pues no hay nadie quien no haya tenido mamá, y sobre todo, un gran saludo a todas aquellas mamás que tienen un ángel, un niño o niña con habilidades especiales, y que con su cariño y amor está tratando de hacer que salga adelante en esta sociedad. Bye.

Sábado y Domingo qué días más lindos....


Esta frase me hace recordar una canción de Yola Polastri, muy bonita, en la que habla de lo bien que lo pasan los hijos con papá y mamá.
Ayer sábado, por la mañana, fuímos con Gabriel al mercado de Jesús María, allí lo único que le gustó fue probar el queso donde una casera. Por lo demás, estaba aburrido y pienso que fue porque el mercado a las 11 a.m. explota por la cantidad de gente que viene y va, y considerando una de las principales características autistas, la socialización, la situación no compatibilizaba con Gabriel.
Luego nos fuímos al supermercado, donde apenas llegamos, Gabriel pidió que lo pusiéramos dentro del coche, y se tranquilizó bastante, se portó muy bien. Nos ayudó cuidando las cosas que poníamos dentro del coche, y se mantuvo feliz mientras lo paseábamos.
Luego del paseo, regresamos a casa para almorzar, y decidmos llevarlo a la peluquería por la tarde. Ya eran las 2:30 p.m. y nos dispusimos a llevarlo a la peluquería, no sin antes contarle a dónde iba y haciendo el ruído de la máquina eléctrica para que no se sorprenda. Generalmente, cuando lo llévavamos a Gabriel al peluquero(a) apenas cruzábamos la Av. Arequipa (la peluquería donde Gabriel se corta el pelo está a 2 cuadras de la casa) él se quejaba y quería volver, intentando jalarnos en dirección contraria. Ésta vez, cruzamos la Av. Arequipa, y no hizo ningún ademán de queja o de querer regresar, es más, al colocarnos frente a la puerta de la peluquería, Gabriel esperó, entramos, y se sentó en el sofá...eso me dejó anonadado, y por supuesto que lo felicité y reforcé la descripción de la actividad. De inmediato salió la Sra. peluquera y me dijo que nos sentemos. Lo llamé a Gabriel para que se sentara en mis piernas y dejó que le pusieran su bata. ¡Fue increíble! Gabriel solito movía su cabeza para que le cortaran su pelo y no se quejó para nada. Finalmente sí se quejó cuando usaron la navaja, la cual le fastidia (¿y a quién no?). Luego lo talquearon y le cambiamos con su polo de repuesto para que no le fastidien los pelitos.
Muy contentos, nos enrumbamos a casa donde sabía que Marina estaría preparando un bizcocho a base de chuño, harina de ajonjolí, sin leche, ni levadura, ni gluten...
Apenas regresamos lo bañaron y se durmió. Por la tarde, le dimos a probar su bizcocho (a Sofía y a Gabriel) y se lo comieron toditito.
Ya por la noche y contentos por los avances, nos dispusimos a descansar, y a esperar el Día de las Madres. Bye.