viernes, 23 de julio de 2010

Avances y sustos

Al parecer, el que no le hayamos dado el rieperidona desde que empezó la dieta ha causado que Gabriel se altere. Ayer fue una noche muy larga. Gabriel se puso demasiado agresivo, fue peor que hace dos años, su mirada denotaba entre sufrimiento y odio, entre rabia y cólera, de verdad era para asustarse, y quien escribe fue víctima de sus ataques, los cuales trataba de evitar agarrándole sus manos. Inclusive, con Yngrid lo llevamos a cortarse el pelo (la última vez se dejó cortar sin problemas) y esta vez tuvimos que salir sin lograr el objetivo ya que casi rompe lunas y espejos porque se alteró y no quiso que le cortaran el pelo, ni siquiera sentarse conmigo en la silla.
Marina y yo decidimos que debía volver a tomar risperidona, y fue así que desde ayer ha empezado nuevamente con su dosis de 1 mg en la mañana y 1 mg en la tarde. Hoy ha estado más tranquilo, y en la mañana se levantó sonriente y feliz, ni rastros del niño de antes de ayer.
Hoy estuvo un poco lloroso, mucho menos que ayer. Marina y yo pensamos que gracias a la dieta, es como si estuviera depurándose, como si su sensibilidad hubiera aumentado y sus neuronas estuvieran intentando conectarse más. Es como si estuviera experimentando nuevas sensaciones, incontrolables para él, y el contacto con la realidad fuera más cercana cada día que pasa.
El gran avance que observamos es que ya empezó a decir palabras más concretas, hoy dijo mamá y teta, tal vez por imitación de su hermanita (quien ha estado malita por una picadura y se le ha decubierto una alergia en la piel). Esto me emocionó mucho pues yo le decía teta y él repetía, lo felicité mucho y estamos seguros que estamos logrando parte del objetivo: el que hable.
Agradezco a Dios muchísimo por todo esto, y tenemos fe en que Gabriel mejorará y tal vez esto sirva para que otras familias puedan incorporar estos pasos o actividades en la vida de sus angelitos y lograr su mejora. Bye.

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