lunes, 8 de febrero de 2010

Un día sin mis hijos (penita)

De verdad, qué difícil se hace estar sin nuestros hijos y ya veo que cuando regrese al trabajo voy a extrañarlos mucho más de lo que los extrañaba cuando no estaba de vacaciones.
Hoy salí temprano con Marina a hacer varios trámites y a visitar el hospital para acreditar a mis hijos en el hospital Angamos. De allí, por la tarde tuve que hacer más trámites y tuvimos que quedarnos a almorzar en la casa de mis papás y recién, luego de realizar las compras, a las 6:30 p.m., regresamos a casa. Mis hijos estaban felices de vernos, pero se habían quedado bajo el cuidado de Andrea por la mañana y de Yngrid por la tarde.
Hoy sirvió de reflexión para conversar con mis padres acerca de lo bien que está respondiendo Gabriel, mi papá estaba asombrado de cómo el sábado Gabriel obedecía a Yngrid y tomaba bastante atención a todos, se quedaba tranquilo esperando y eso lo sorprendió a mi papi porque siempre lo ve inquieto. Eso es producto del tratamiento que estoy haciendo con mi hijo.
Hoy es otro día sin que Gabriel tenga problemas estomacales, casi lo vemos como algo del pasado, y repito, se le disminuyó la leche (concentración) y ya no le damos rivotril. Espero que todo siga mejor. Mañana nos toca natación, así que me despido porque debo dormir algo. Bye.

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