lunes, 25 de enero de 2010

El dolor de Gabriel

Hace un rato acaba de quedarse dormido Gabriel. Tardó mucho en dormir y estaba como fastidiado. Traté de evaluar qué era, pues no veía que se agarrara el estómago. Me fui a su cuarto con él y no conciliaba el sueño, volvimos a la sala para que se echara en el sillón, pero tampoco quiso hacerlo, en realidad desesperaba. Le di gaseovet pues supuse que eran gases y efectivamente parece que por allí era el problema, a pesar de que no le hemos dado tanta comida, pero puede ser que algo le haya afectado. Creí que con eso terminaría su supuesto dolor y no fue así. Sólo me quedaba hacer algo, dejar que me guíe a dónde quisiera ir, y me llevó a la cocina. Y solo atiné a darle plidan pues podrían ser cólicos. Le di sus gotas y nos fuimos a su cama. Esta vez no me eché con él, sólo me quedé sobándole su barriguita y felizmente luego de 10 minutos se quedó dormido. ¿por qué les cuento esto?, pues para que sepan qué difícil es comunicarse aún con Gabriel; pero no se pierden las esperanzas, él trató de decirnos algo, pues gritaba esforzándose por decir algo, pero aún no lo entendemos. Ya falta poco para mis vacaciones y allí lo fundamental serán los PECS. Hoy sucedió algo bueno, Andrea lo llevó al baño y aceptó entrar sin problemas...eso se hará durante toda esta semana y las que vienen sin parar.
Gabriel está más cariñoso, no hay duda, lo extraño mucho todos los días y ayer me puse tal vez cursi, pero me decía a mí mismo, ya has logrado casi todos los roles que querías en tu vida: ser hijo, hermano, enamorado, novio, esposo, padrino, padre, y qué padre, un padre de un niño con habilidades especiales, y eso creo que completa mi vida, aunque me falta ser tío y abuelo, espero que no tan pronto. Ahora, lo importante es ser lo mejor de cada rol, pues allí no debe terminar nuestra meta. Bye.

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