jueves, 11 de marzo de 2010

¡Lo que esperábamos!

Cuando llegué a almorzar a mi casa, llegué como cansado y sin ánimo, pero Marina me dio una noticia que me alegró: Gabriel estaba obedeciendo nuevamente órdenes y no estaba acelerado como los días anteriores. Por la noche cuando volví del trabajo, recibí otra noticia: Gabriel estaba más atento, a una orden recogió los zapatos de Marina y se los alcanzó, y nuevamente nos fijaba la mirada con cariño. Es como si estuviera regresando a como estaba antes de ingerir los fideos.
Pensamos que efectivamente el gluten, en grandes cantidades, puede afectarlo y se necesitan un promedio de cinco días para que su cuerpo elimine de alguna manera el efecto del gluten y se equilibre. Esperemos qué pasa con la omisión de gluten por ahora. Lo bonito es ver a mi hijo "de vuelta". Bye.

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