domingo, 11 de abril de 2010

¡Buen fin de semana!

El viernes nos dieron tres noticias en una: Gabriel y Sofía habían sido invitados a tres fiestas de cumpleaños, una el sábado por la tarde, el otro el domingo por la mañana y la última el lunes por la mañana.
Nuestros pocos intentos de llevarlo a Gabriel a un cumpleaños terminaron en pequeños desastres. En uno no aguantó las payasadas de un Robbie Rotten mal caracterizado y en otros dos no se aguantó comer lo que había en las mesas de bocaditos.
Después de los últimos avances, no nos quedaba más que intentarlo de nuevo, teniendo en cuenta, eso sí, las recomendaciones de las especialistas del CASP (como Marilú), quien nos dijo que mejor era llevar a Gabriel a una fiesta cuando ya pasó el show y empiezan a servir los alimentos y a la completa libertad de dejarlos correr y jugar sin la supervisión de un payaso o anfitriona (sobre todo si tiene minifalda...jajaja). Esto me ha hecho recordar una anécdota de cuándo Gabriel tenía año y medio. Recuerdo que lo llevamos a una fiesta de un compañerito en el Cículo Militar y la anfitriona era una chica con minifalda. En uno de los juegos donde se recogían pelotas, Gabriel fue corriendo, no hacia las pelotas sino hacia las piernas de la animadora, cosa que fue celebrada más por los padres de familia, que por las madres de familia. Gabriel se quedó como asistente de la animadora en lo que quedó del show.
Bueno, volviendo al tema, Gabriel no pudo asistir a la primera fiesta (cumpleaños de nuestra vecinita Claudia) porque estaba un poco mal del estómago y preferimos no llevarlo (aunque la fiesta fue al frente de mi departamento), pero sí lo llevamos a la segunda fiesta (cumpleaños de nuestro vecinito Bruno) que fue el día de hoy en el Conney Park. Siguiendo los consejos de los especialistas, llegamos a mitad de evento (empezó a las 10 a.m. y llegamos a las 11:20 a.m.) casi ya terminaba el show, así que se repartieron los bocaditos, pulseras mágicas (la cual perdió, o mejor dicho botó, en uno de los juegos (ya que no aguanta nada que esté pegado en su muñeca y brazos).
Gabriel se portó muy bien, como nunca, de mil maravillas. Se subió a todos los juegos mecánicos, y comió su cajita feliz, su pop corn y gaseosa. Fue una mañana maravillosa. Sofía también se divirtió de las mil maravillas, y nosotros, Marina y yo, terminamos muertos. Fue muy bonito que Gabriel se subiera conmigo a todos los juegos, y fue muy valiente en aquellos que son extremos para él como el gusanito y algo semejante al tagadá. Agradecemos a Milagros y a Ivan por la invitación, y a Brunito sobre todo, ya que permitieron que Gabriel se divirtiera muchísimo!
Mañana Gabriel tendrá su tercera fiesta en el CASP, ya que es el cumpleaños de su compañerita Marjorie. Ya veremos mañana su comportamiento, y espero no coma demasiado. Bye.

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