viernes, 16 de abril de 2010

Mi lindo Gabriel y su hermanita

Hoy ha sido un día muy atareado, con mucho trabajo y tensiones. Lo bonito de terminar el día es que voy a ver a mis hijos.
A la hora del almuerzo, fue bonito encontrar a Gabriel y a Sofía almorzando, con sus bocas llenas y sus bigotes del jugo que estaban tomando. No pude resistir acercármesle y darles un beso y poner de paso mi cachete. Sofía dudo un ratito y se aventuró a darme su beso, y lo mismo hizo Gabriel. No me importó si me manchaban la cara, lo importante era sentir su afecto. Esto nunca lo olvidaré.
Por la noche, cuando regresé del trabajo, los encontré despiertos y me puse a conversar con ellos, a preguntarles cómo estaban y si se habían portado bien. Gabriel estaba sonriente y se me acercaba a cada rato tratando de decirme algo (está empezando a emitir sonidos de letras y por allí articula sílabas que aún no entendemos, salvo un "hola" que me respondió hoy día).
Luego mis enanos se pusieron a jugar juntos, Sofía persigue a Gabriel y él se deja agarrar y que su hermanita lo lleve hacia donde le digamos nosotros. Ya veo que en el futuro Sofía va a ser como su guía y eso será bonito. Gabriel le respondía con una mirada cariñosa y una sonrisa.
Me gustó mucho eso y veo que Gabriel está avanzando poco a poco. Me olvidé de comentarles que Gabriel nos obedece (en la mayoría de los casos) y no se acerca a nuesto lado cuando estamos comiendo, para "picar", y le explicamos que comer de más le puede hacer daño a su estómago y le sobo su barriguita y le pido que se vaya a sentar, y nos obedece. No crean que es fácil, porque a veces a los 10 segundos, vuelve a regresar, pero no hace rabietas.
Mañana no irá al CASP, pero Yngrid vendrá para ayudarlo con su control de esfínteres y enseñanza por medio de modelos. Bye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mi escrito.