Hoy, como todos los domingos, la pasamos juntos con Marina y los chicos. Lo único difícil fue que me traje trabajo a la casa y me acosté a las 2 a.m., para que Gabriel me despierte a las 5 a.m. y aproveché en avanzar el trabajo pendiente. Gabriel en todo momento se portó bien. Esperó hasta las 6 a.m. para tomar su desayuno conmigo y luego a las 8 a.m. Marina y Sofía salieron a nuestro encuentro. Gracias a ello pude dormir de 10 a.m. a 12 m. pues ya no daba más, y me levanté para preparar el almuerzo (que felizmente ya estaba listo). Gabriel tenía sueño, pero no dormiría hasta después de almuerzo.
Hoy fue bonito ver a mis gorditos jugar y sonreir todo el tiempo. Gabriel se ha mostrado más despierto, más conectado y obedece órdenes e identifica cosas simples...creemos que vamos por buen camino.
Un avance nuevo es que después de dos años, hoy me jaló hacia la cocina, como siempre, pero esta vez me dijo "agoaaa", y yo me emocioné, y lo acompañé hacia donde me llevaba, que era la cocina, y esto demuestra que por la necesidad de que lo llevase, pudo decirme esa palabra, que él la asocia con la cocina.
El sábado por la tarde lo llevamos a la posta de San Miguel, pero la encontramos cerrada. Como estábamos por allí, Marina me dijo que podíamos aprovechar en caminar unas cuadras hasta la Av. La Marina, y fue bonito porque Gabriel estuvo muy educado y se portó muy bien, estuvo siempre a mi lado sin correr o alejarse peligrosamente.
Este jueves lo llevaremos al psicólogo para su evaluación, requisito para el CASP, y que nos ha costado unas tres visitas sin éxito, pues no hay centros de salud con personal especialista, y eso es una pena, pues algunos se aprovechan de ello y piden que los lleven varias veces, cobrándoles caro.
Bueno, esta semana es corta para Gabriel, porque va hasta el miércoles al CASP y el viernes tiene visita de la especialista aquí en la casa, y el jueves aprovechará para ir con Marina e Yngrid al psicólogo. Bye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mi escrito.