¡Y empezó la natación!

Había mucha expectativa sobre el comportamiento de Gabriel en su primer día de natación (en este año). El domingo pasado, en el club, Gabriel casi se mete a la piscina con todo y ropa...esto prometía un buen augurio para hoy.
Y así fue!, apenas llevé a Gabriel al borde de la piscina, se quizo meter con todo y sandalias. Afortunadamente Oscar, el profesor experimentado de la Academia los Incas, lo recibió y lo cargó hasta dejarlo sumergirse lentamente en el agua y Gabriel se sintió muy feliz.
Yo ingresé también a la piscina y Oscar me dio unas pautas para que se vaya readaptando nuevamente ya que Gabriel hacía natación desde el año de nacido; pero a sus 3 años lo dejó por diversas razones, entre ellas una fuerte otitis que le dio el verano pasado.
Se puede decir que Gabriel era un pez en el agua. Ciertamente que tuvo sus arranques de agresión, pero todos ellos por el temor a ahogarse. El problema es que se inquietaba cuando el agua entraba por su nariz o cuando de improviso se sumergía. En fin, fue divertido para ambos, pero Oscar me recomendó que lo pusiera en un turno donde haya menos niños para poder dedicarle más tiempo.
Veremos la próxima semana como se comporta nuevamente en el agua. Luego de nadar y bañarnos, por supuesto que teníamos mucha hambre, Gabriel almorzó lo adecuado, al igual que yo, y de allí se fue a reposar su almuerzo en el cuarto de sus abuelitos, viendo uno de sus programas favoritos.
Luego nos preparamos para ir a casa y casi a las 4 p.m. cayeron rendidos todos, inclusive Yngrid y Sofía quienes se habían quedado en casa.
De hecho que todos los sábados terminaremos bien cansados, pero ojalá el resultado sea el que esperamos, que Gabriel aprenda a nadar, se que es su medio y debemos reforzar eso.
Ahora en la noche tuvo problemas para dormir, se sentía ansioso, pero finalmente y casi ya por cansancio se durmió en su cama. Estoy triste por ello, el retroceso que ha tenido nos preocupa, pero debemos indagar el motivo y sobre todo la forma de recuperar a Gabriel. Bye.